Cuando llega el verano encontrar unas buenas gafas de sol se convierte en todo un reto, por la cantidad de ofertas que se ven en la calle, pero hay que recordar que hay que elegir unas que te protejan y no te hagan daño.

Las gafas de sol, además de proteger de los rayos ultravioleta, impiden que los cuerpos extraños entren en los ojos (por ejemplo, en un día de viento), y crean una barrera protectora contra las partículas de contaminación. La protección reduce de manera considerable la cantidad de aire que entra en contacto con tus ojos secos. 

Lo más importante de las gafas de sol son sus cristales y el tipo de filtro. Las tenemos desde un filtro más inferior hasta las que absorben hasta un 97% de luz solar, muy recomendables para los deportes acuáticos o la alta montaña.